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ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA OPORTUNA

 

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El diario vespertino de Santa Fe “El Litoral” publicó en su revista Nosotros una nota referida a la alimentación complementaria oportuna a partir de una artículo realizado desde la Licenciatura en Nutrición de UCU-Santa Fe.

El término “oportuna” alude a dos razones: esta alimentación complementaria no debe comenzar antes de los 6 meses ya que el cuerpo del niño no está preparado ni tiene la maduración suficiente como para ingerir alimentos antes de esta edad, y además refiere a la incorporación de alimentos adecuada según la edad del niño.

Los beneficios de la alimentación complementaria oportuna son:

– Aportar energía, proteínas, hierro y otros nutrientes esenciales, que ya no se cubren sólo con la lactancia materna, para así poder completar los requerimientos básicos del niño.

– Estimular el desarrollo psicosensorial del niño: que relacione los alimentos con sus respectivos colores y texturas, que pueda tocarlos, aprender a comer solo con sus propios objetos (cucharas, cucharitas, vasos, etc).

– Crear patrones de horarios y hábitos alimentarios: es fundamental que a partir de la AC el niño pueda identificar que hay determinados horarios para comer y que se hace de una determinada manera.

– Promover la conducta exploratoria del niño: que a través de los alimentos, sus colores, texturas y formas vaya descubriendo diferentes sabores, creando un patrón alimentario.

– Integrarlo a la vida familiar: sentar al niño a la mesa en su respectiva silla y en un determinado lugar.

EL MOMENTO JUSTO

La AC se debe incorporar a partir de los 6 meses de edad. Si se realiza antes, puede producir diarrea, infecciones, intoxicaciones; alergias (celiaquía); intolerancia a la lactosa; obesidad (por la incorporación temprana de alimentos que contengan excesiva cantidad de grasas y azúcares); problemas renales (por sobrecarga del riñón); anemia o desnutrición.

Una incorporación tardía de la AC puede producir trastornos del crecimiento (al no ingerir los alimentos adecuados, el niño no puede crecer correctamente), alteraciones de la conducta alimentaria y alteraciones psico-emocionales y sensoriales.

ALIMENTACIÓN PERCEPTIVA

Los niños pequeños necesitan ayuda para alimentarse; la alimentación debe ser apropiada para su edad y suficiente para su desarrollo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda:

– Alimentar al lactante directamente y asistir a los niños mayores cuando comen por sí solos, respondiendo a sus signos de hambre y saciedad.

– Alimentar despacio, animar a los niños a comer y no forzarlos.

– Si el niño rechaza los alimentos, experimentar con distintas combinaciones, sabores, texturas y métodos para animarlos a comer.

– Minimizar distracciones en el horario de la comida.

– Mantener el vínculo afectivo.

LOS PROGRESOS SEGÚN LA EDAD

A continuación, una lista de los alimentos que deben consumir los niños de acuerdo con la edad y desarrollo psicomotor y gastrointestinal que poseen:

– Del 1º al 6º mes: lactancia materna.

– A los 6 meses: aguanta sentado en una silla y alcanza los objetos con mayor precisión. Puede consumir cereales sin TACC (harina de arroz y maíz), frutas (manzana y banana), jugos de frutas cítricas (naranja, mandarina) colados y diluidos, vegetales amarillos (zapallo, zanahoria, calabaza) y blancos (papa y batata), quesos untables enteros, yema de huevo y aceite. Todo eso más lactancia materna.

– 7 meses: se pasa los objetos de mano en mano y -si lo sientan- se mantiene sentado, chupa la cucharita y toma los alimentos con las manos. A los alimentos anteriores agregar: frutas (durazno y damasco), vegetales verdes (acelga, espinaca, zapallito), yogur (vainilla, natural, durazno), quesos blandos (cremoso, port salud, mozzarella, ricota) y carnes (vaca, cerdo, vísceras, pollo sin piel) más lactancia materna.

– 8-9 meses: gatea, juega a lanzar objetos, se pone de pie con apoyo (9 meses). A los alimentos anteriores agregar cereales con TACC y granos enteros (arroz, harinas, galletitas y pan), legumbres remojadas (lentejas, arvejas), pulpas de mandarina y naranja, vegetales rojos (remolacha, tomate), manteca y margarina, crema de leche, dulces, jaleas, mermeladas y dulces compactos, más lactancia materna.

– 10 meses: sujeta la cuchara con las manos y se mantiene de pie sosteniéndose. A los alimentos anteriores, agregar pastas rellenas con vegetales permitidos, más lactancia materna.

– 11 meses: realiza los primeros pasos apoyándose, entrega objetos y se puede alimentar solo. Puede consumir lo mismo que a los 10 meses.

– 12 meses: comienza a caminar y a hablar. Se puede agregar pescado, miel, cítricos enteros y huevo entero. Antes de esa edad estos alimentos pueden ocasionar alergias.

UNA DEFINICIÓN

Según la OMS, es complementario “cualquier alimento sólido o líquido con aporte de nutrientes, incorporado en el momento de la AC, diferente a la lactancia materna”. Entre sus características, se destacan:

– Que sea nutricionalmente adecuado.

– Que se incorpore en el momento oportuno.

– Que se encuentre higiénicamente preparado.

– Que sea culturalmente aceptado.

– Que tenga disponibilidad a nivel local.

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PROTEÍNAS

Son esenciales para el desarrollo vital del niño y para la formación y crecimiento de determinados órganos. Una ingesta proteica superior a las recomendaciones no provee beneficios extras y puede ocasionar problemas renales. Las proteínas ingeridas deben ser preferentemente de alto valor biológico (AVB), y las encontramos en lácteos, carnes, etc.

GRASAS

Son fundamentales para la formación del sistema nervioso; son una fuente de energía. Aportan ácidos grasos esenciales, se encuentran en aceites vegetales crudos.

HIDRATOS DE CARBONO

Su principal función es brindar energía y ayudar al correcto funcionamiento del sistema nervioso. Aportan sabor, aroma, textura y viscosidad a la alimentación.

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